Me refiero a la nota de hace unos días que leí en la red y que reseña algunas de las propuestas que hace el hombre más rico de México y uno de los más en el mundo: Carlos Slim.
El señor, según la nota, insiste en proponer que la semana laboral se reduzca a tres días, bajo el argumento de que "además de generar más empleos en las mismas empresas que adopten tal medida, se puede desarrollar otras actividades que también impulsarán la economía, como el turismo, el entretenimiento y la capacitación...".
La nota no menciona si reducir los días laborables, también significaría reducir los sueldos y prestaciones. Y como tal vez resulta utópico y hasta oficioso creerle, independientemente que nos encantaría que se lograra, amén de que pensemos que quién sabe qué oscuras intenciones tenga en mente uno de los hombres más ricos del planeta y por consiguiente, más poderosos del planeta, mejor nos concentraremos en la parte de "desarrollar otras actividades que impulsen la economía, el turismo, el entretenimiento y la capacitación...".
Como mujeres y como mamás, entendemos perfectamente este punto; lo comprendemos tan bien, que lo adoptamos como parte de nuestra filosofía de vida: buscamos a través de todos los medios, equilibrar todas las facetas de nuestra existencia y que nuestras familias, sean las más beneficiadas (me refiero a las familias que hemos creado nosotras, no a nuestras familias extendidas: mamás, papás, herman@s...).
No obstante que nos resulta muy difícil o agotador poder lograrlo y que es una realidad y un hecho, debemos de no cejar en el intento de lograrlo.
Es una tarea titánica, pero de ninguna manera imposible.
Titánica por varios motivos, el primero porque nos demanda mucho tiempo, mucha atención y como consecuencia, una considerable cantidad de estrés, y segundo, porque nos llena de orgullo y satisfacción el hecho de auto considerarnos "multitasking".
Vamos por partes, el primer motivo es una realidad y la buena noticia, es que podemos aligerar, controlar y resolverlo, en la medida en la que erradiquemos de nuestros malos hábitos (esta es una segunda noticia y tal vez no tan buena: no somos multifuncionales; vayamos aceptándolo...), el creer que podemos hacer varias actividades a la vez.
En la medida en la que logremos aceptarlo, vamos a ser capaces de concentrarnos y enfocarnos más y mejor en una sola actividad y no dedicar tiempo innecesario tratando de corregir errores al escribir un documento o mensaje, mientras repites palabras que expresaste de manera equivocada; sé que lo captas y que sabes a qué me refiero.
La clave entonces, estará en administrar exitosamente el tiempo; en priorizar entre lo urgente y lo importante.
Slim puede llegar a ser tan influyente, como millonario y lograr que en algún momento no muy lejano, disfrutemos dedicar a las actividades laborales sólo tres días y el resto a lograr un natural equilibrio que nos permita, a nosotras y a los nuestros, gozar de una mejor y mayor de calidad de vida.
Pero, ¿realmente seríamos capaces de maximizar nuestros esfuerzos y administrar nuestras actividades laborales para cumplir con todo lo que ello implica, en tan sólo tres días?
Lo más seguro sea que sí, claro que sí; sólo hay que aprender a priorizar y a cumplir con lo urgente sin que nuestras actividades personales, se afecten: lograr calidad de vida a largo plazo, nos propiciará menos estrés y presión.
Lograr aprender a priorizar entre lo urgente y lo importante, nos ayudará a no olvidar que antes de ser mamás y trabajadoras, somos personas y tenemos diferentes necesidades qué cubrir en lo personal, en lo familiar, en lo afectivo, en la salud y en lo social. Y en todas esas facetas ocupamos un lugar muy importante.
Aquí el enlace de la nota mencionada al inicio... http://goo.gl/zwTvfr
Nos leemos después.
